10/15/2007

Reencuentro con la Rayuela

Subiría Rayuela entera...
Capítulo 20
(Uno de los mejores capítulos. Es más lindo cuando está completo, pero los blogs no son para escribir tan largo).

-Nunca nos quisimos -le dijo besándola en el pelo.

-No hablés por mí -dijo la Maga cerrando los ojos-. Vos no podés saber si yo te quiero o no. Ni siquiera eso podés saber.

-¿Tan ciego me crees?

-Al contrario, te haría tanto bien quedarte un poco ciego.

-Ah, sí, el tacto que reemplaza las definiciones, el instinto que va más allá de la inteligencia, la vía mágica, la noche oscura del alma.

-Te haría bien -se obstinó la Maga como cada vez que no entendía y quería disimularlo.

-Mirá, con lo que tengo me basta para saber que cada uno puede irse por su lado. Yo creo que necesito estar solo, Lucía; realmente no sé que voy a hacer. A vos y a Rocamadour, que me parece que se está despertando, les hago la injusticia de tratarlos mal y no quiero que siga.

-Por mí y por Rocamadour no te tenés que preocupar.

-No me preocupo pero andamos los tres enredándonos en los tobillos del otro, es incómodo y antiestético. Yo no seré lo bastante ciego, querida, pero el nervio óptico me alcanza para ver que vos te vas a arreglar perfectamente sin mí. Ninguna amiga mía se ha suicidado hasta ahora, aunque mi orgullo sangre al decirlo.

-Si, Horacio.

-De manera que si consigo reunir suficiente heroísmo para plantarte esta misma noche o mañana, aquí no ha pasado nada.

-Nada -dijo la Maga.

-Vos le llevarás de nuevo tu chico a maadame Irène, y volverás a París a seguir tu vida.

-Eso.

-Irás mucho al cine, seguirás leyendo novelas, te pasearás con riesgo de tu vida en los peores barrios y a las peores horas.

-Todo eso.

-Encontrarás muchísimas cosas extrañas en la calle, las traerás, fabricarás objetos. Wong te enseñará juegos malabares y Ossip te seguirá a dos metros de distancia, con las manos juntas y una actitud de humilde reverencia.

-Por favor, Horacio -dijo la Maga, abrazándose a él y escondiendo la cara.

-Por supuesto que nos encontraremos mágicamente en los sitios más extraños, como aquella noche en la Bastille, te acordás.

(...)

No hay comentarios.: