Hoy día, mientras escribía un ensayo sobre la relación que existe entre las violaciones a los derechos de los trabajadores y la falta de libertad de prensa en Chile, decidí darme una vuelta por el sitio web de El Mercurio.
Grande fue mi sorpresa cuando leí "Premio Nacional de Periodismo 2005 es detenido tras desalojo del Liceo Lastarria". ¡¡¡Oh, detuvieron a Juan Pablo Cárdenas!!!. Sigo leyendo la noticia y El Mercurio intenta venderme la idea de que Cárdenas habría insultado a los carabineros (que noblemente y sonriendo le pedían a los liceanos que abandonaran la toma) e incluso habría intentado golpearlos.
Desconfiada como soy de El Mercurio, e incrédula de que Cárdenas haya sido capaz de agredir a los pacos sin razón, decido ir al sitio de la Radio Universidad de Chile.
Ahí me doy cuenta de que la historia fue otra. Bien distinta a la que contó El Mercurio.
Y es que mientras desalojaban a los pingüinos a golpes, le dijeron a Cárdenas que se retirara. Éste se negó porque estaba reporteando y, al ver la brutalidad de los pacos hacia los secundarios, Cárdenas intervino e intentó detenerlos. Ahí se lo llevaron preso.
¿Acaso si estoy reporteando y veo que golpean a jóvenes (o niños) de un colegio me tengo que quedar de brazos cruzados? ¿Y dónde queda la responsabilidad social de un periodista? ¿Y dónde queda la moral y la consciencia de uno como persona?
Grande Cárdenas por no quedarse de brazos cruzados mientras otros periodistas sólo miraban lo que ocurría.
Aquí: los relatos de Juan Pablo Cárdenas en archivo de audio.
Maldigo a los medios de comunicación que mandan en este país y que muestran mentiras o simplemente omiten la realidad.
Maldigo a los pacos por abusar de su poder.